Francisco Sandoval/ Arquitecto En estos días del denominado “puente de diciembre”, fecha en la que se publica la edición impresa de estas líneas, se celebra en Caravaca de...
José Jesús Sánchez Martínez/ Cronista Oficial de la Villa de Moratalla
Desde finales del s. XIX, aproximadamente, se observa un despertar asociacionista en toda España, a lo que Moratalla no es ajena; excitación que se prolonga a principios y a todo lo largo del XX.
Posiblemente ello se corresponda con los cambios sociales y administrativos que tienen lugar en dicha centuria del XIX. Desde luego, pese a las reformas agrarias que se producen a lo largo de este siglo, los campesinos siguieron sometidos, estando fuera de sus manos el control de las grandes superficies. La pequeña nobleza se mantuvo casi igual tras la revolución liberal. La alta nobleza, incrementó su poder económico, pues además de conservar la mayoría de sus tierras –ahora en propiedad privada– se hizo con más posesiones merced a la desamortización. La nueva clase social naciente es la burguesía, como consecuencia del desarrollo industrial y comercial aunque la mujer, como corresponde al típico ideal burgués, queda relegada a su casa.
Es posible que dicho fenómeno social diese lugar a la aparición de los casinos, asociaciones privadas de carácter recreativo o cultural cuyos miembros, mediante pago de una cuota, podían asistir a espectáculos, conciertos, charlas, bailes y otras diversiones, incluso practicar juegos de azahar… Es de tener en cuenta que ateneo, círculo, club o sociedad, son sinónimos de casino.
Cuando se establece el sistema constitucional, ya se puede hablar libremente de política, por lo que se precisaron y fomentaron reuniones y tertulias para ello. En aquél entonces, en Moratalla, la farmacia de D. José Campos fue uno de los primeros lugares donde se reunían los tertulianos y luego, en distintas casas. Pero estos lugares. no eran adecuados para tratar libremente ciertos asuntos por la incomodidad que suponía para los dueños por lo cual, D. Isidoro Tamayo con otros amigos, trataron de fundar un centro de recreo que quedó constituido por escritura de 30 de septiembre de 1859, instalado en la casa de D. José Sánchez Pernías y conocido como “Casino de la Amistad”. Su duración fue de una veintena de años o poco más, pues en 1883 se disolvió por motivos económicos.
En 1886-87 se reconstituye la Sociedad bajo del nombre de “Casino de la Nueva Amistad”, cuyos estatutos redactó el médico D. Epifanio Suárez. En esta etapa, el Casino tuvo un carácter totalmente político pues los socios pertenecían todos al partido Conservador, siendo el representante local del mismo, D. Francisco García Aguilera.
Este período duró hasta finales de 1895 debido a las discrepancias políticas con el dueño del local que en aquél momento era: D. Juan Tamayo Conejero. Entonces, el 31 de Diciembre de dicho año, se trasladan los muebles a la casa de D. Joaquín Alderete, donde existía otro Casino, mudándose ambos pocos días después -como Casino único Conservador- a la casa de D. José Amoraga en la calle de San Francisco –después La Victoria y hoy Constitución–..
ASOCIACIONES EN MORATALLA
He aquí algunas de las asociaciones que surgen en este período,
Círculo Moratallero, con domicilio en C/ Mayor,70 Nº Reg. 157. De corta existencia, pues se disuelve el 16 de julio del mismo año 1892. Este fue el germen del actual Casino Cultural del que ahora se cumple su Centenario .
24-01-1897. Círculo Artístico e Industrial. Nº Reg. 271. También de breve duración; se
disuelve el 26 de julio de 1909.
24-01-1897. Cooperativa de Obreros de San Juan. Nº Reg. 296.
31-01-1898. La Nueva Amistad, con domicilio en C/ San Francisco, 1 Nº Reg.330.
12-03-1898. Antiguo Casino de Moratalla, en C/ Prim, 21 Nº Reg.334.
16-04-1900. Círculo Artístico de Moratalla, Nº Reg. 408. (No sabemos si sería
“refundación” del citado anteriormente).
Agosto de 1910, San Camilo, Comunidad de Religiosas de Hermanitas de los Desamparados, Nº Reg. 1293.
11-01-1912. Casino de Moratalla, en C/ Prim, 20; Nº Reg. 1426.
06-12-1915. Jesús Aparecido Obreros Agricultores, C/ Cánovas del Castillo, 48; Nº
Reg. 1750.
1917 Sindicato Agrícola. Nº Reg. 1880.
1918 Centro Obrero, Nº Reg. 2121.
1919 Jesús Aparecido, en C/ Prim, 33; Nº Reg. 2133.
OTROS CENTROS RECREATIVOS
En esta época -finales del XIX, principios del XX- hubo en Moratalla otros centros políticos y de recreo, pero de fugaz y breve existencia.
En la entonces llamada Calle Cánovas –hoy Dr. Mas– en la casa que en aquél momento era de D. Alfonso López Iniesta, se fundó otro casino. Poco tiempo después, Antonio Abellán creó un casino domiciliado en la Plaza de la Asomadilla, lugar conocido hoy como Plaza Tamayo, en la casa que fuera de D. Cosme Marín, centro que luego se trasladó a la casa de Amoraga en la Calle San Francisco, vía posteriormente denominada La Victoria y hoy, Constitución; en este mismo lugar se ubicó -en 1898 el Casino “La Nueva Amistad”. Desde los balcones posteriores de este edificio, en 1873, los antiguos socios dispararon sus armas a una partida carlista que se encontraba en la Plaza de la Iglesia. A los pocos años, el casino volvió a trasladarse a la Calle Corredera, después llamada Sagasta y hoy Tomás Aguilera.
Hubo otro centro recreativo en la casa de D. Juan Guirao Lozano en la entonces Calle Prim –antes Calle Plaza y hoy Calle Mayor– que después se trasladó enfrente, a la casa de D. Joaquín Alderete, ya mencionado.
EL PRIMER CASINO.
El domingo 12 de febrero de 1860, se inauguraba solemnemente el primer casino de Moratalla -fundación que pudo tener carácter masónico-, otorgándose escritura para dicho establecimiento el 30 de septiembre del año anterior. Para ello, D. Antonio Sánchez Pernías, alquilaba la sala principal, dos alcobas accesorias a la misma y la cocina francesa de su vivienda, situada en la entonces llamada calle Plaza, después Prim nº 21 y actualmente Mayor, frente a la bocacalle del Callejón del Pez, siendo cuarenta y cuatro los socios fundadores, quienes se comprometían a pagar diez reales mensuales para atender los gastos. El arriendo de las habitaciones era por dos años, fijándose el precio de mil cien reales anuales a satisfacer por mensualidades vencidas.
Una Comisión, con la Banda de Música, pasó por los domicilios de las autoridades civiles, militares y eclesiásticas para acompañarles al casino y en unión de todos los socios, la comitiva marchó a la iglesia parroquial donde se celebró una solemne misa con sermón; después, regresaron al local, repartiéndose a 500 pobres de la población, un pan a cada uno. La Junta Directiva estaba formada por: presidente, D. Isidoro Tamayo, maestrante de la Real de Ronda; vicepresidente, D Juan Pernías y Fajardo; vocales, D. Juan Ciyer (sic) y Velez, D. Francisco García Montoya y D. Juan González y Goñi; secretario, D. Andrés Martínez y tesorero, D. Manuel Heredia. Los socios fundadores fueron 44
La entidad se mantuvo casi cuarenta años activa, pero en declive progresivo; tal es así que en 1898 se refunda dicha sociedad, ahora bajo el título de “Antiguo Casino de Moratalla”, siendo ahora su Presidente D. Celedonio Bañón, quien emprende una serie de obras de restauración y adecuación que culminarían en 1912. El 18 de junio, con motivo de las fiestas en honor al Stmo. Cristo del Rayo de ese año, en el casino “recientemente restaurado”, se organiza por su Presidente un baile al que asiste lo más selecto de la sociedad moratallera de la época. El artículo 1º de los Estatutos, dice literalmente: ”La Sociedad denominada “Casino de Moratalla”(…), tiene por objeto proporcionar a sus socios las distracciones y recreos propios de personas cultas y de esmerada educación. En su consecuencia, es ajena esta Sociedad a todo fin político, considerándose además contrario a la misma cuando no esté en armonía con las reglas del honor y de la delicadeza.”
PRIMERAS REFERENCIAS DEL ACTUAL CASINO CULTURAL
Lo dicho anteriormente, sería el germen. inicio u origen para el establecimiento del actual Casino que a partir de la década de 1960 se denominaría “Cultural”. Las noticias más próximas los encontramos en el año 1892. En aquél entonces, D. Jesualdo Aguilera, dueño de un edificio en la calle Mayor ,nº 70, crea en el mismo el llamado Círculo Moratallero el 25 de enero de dicho año 1892 constando en el Registro de Asociaciones con el nº 157,. Pero dicho Centro tendría una precaria existencia, ya que el 16 de julio de ese mismo año se disuelve.
Unos treinta años más tarde, en 1924 un grupo de moratalleros compra a D. Jesualdo Aguilera López el mencionado edificio, formalizándose la Escritura de compra el 28 de noviembre de 1924, ante el notario don Francisco del Moral y de Luna, por lo que ahora se cumple su centenario. El antiguo Casino se abandona y el edificio regresa a sus dueño. Pero la Agrupación, no cuenta con fondos suficientes para satisfacer el pago de las 14.500 pesetas a D. Jesualdo por lo cual, siendo Presidente D. Diego Moro Ruiz de Amoraga, se acuerda hipotecar la finca; para ello, comparecen como acreedores algunos de los 137 socios, conviniendo en anticipar a la Sociedad la cantidad adeudada, préstamo que sería por un plazo de ocho años con un interés anual del ocho por ciento. La hipoteca se realizó ante el notario D. Félix Huarte y Echenique y la Escritura de constitución de hipoteca se redacta el 19 de mayo de 1925, formalizándose el 17 de junio de dicho año con el número 189.
OBRAS DE REFORMA
El inmueble ha sufrido muchas transformaciones desde su adquisición a D. Jesualdo Aguilera, modificaciones realizadas para adaptarlo a las necesidades y conveniencia de la Sociedad recreativa. Lo más llamativo bajo el punto de vista histórico, es la desaparición del “Callejón de los Guillamones”, callejuela o callejón que discurría desde la calle Pinos –hoy Padre Eduardo Rodríguez– hasta la Calle Mayor, mediando entre el actual Casino y la vivienda que en su día fuera de Domingo Sánchez Rubio.
Se inician entonces una serie de obras que transformarían la fisonomía interna del edificio, lo que unido a diversas circunstancias de la época “obligan”, en cierto modo, a que se dilate en el tiempo la puesta en marcha del Casino, lo que se hace formalmente en 1946, siendo ya su Presidente D. Gratiniano Sánchez Lozano y Secretario-Contador, D. Genaro Guillén Sánchez, directiva que hubo de enfrentarse a una nueva crisis económica.
En la Junta General extraordinaria celebrada el 7 de abril de 1946, el mencionado Presidente, pone de manifiesto: «(…) que los ingresos del Casino son inferiores a los gastos, con el agravante de estar próxima la fecha para la cancelación de la hipoteca contraída, más intereses devengados y descubierto de contribuciones(…) se propone la emisión de SETENTA Y OCHO ACCIONES por valor cada una de DOSCIENTAS CINCUENTA PESETAS al 4% anual, cantidad que sería suficiente para el pago de las catorce mil quinientas pesetas que adeuda el Casino; tres años de intereses al ocho por ciento; gastos de cancelación de hipoteca y contribuciones pendientes.(…)
ACTIVIDADES
Todos los centros recreativos que han existido en Moratalla, han realizado actos y actividades de tipo cultural, en término general. Pero también lúdicos, sociales…; los bailes de carnaval, según las épocas, han sido uno de los eventos más aplaudidos; también la música ha tenido gran relevancia y presencia importante en estos centros, gozando de interés por parte de la sociedad moratallera. Es de señalar que el 12 de junio de 1953, este Casino fue el lugar donde debutó la recién creada “Rondalla La Rogativa” fundada y dirigida por el ceheginero, laboralmente destinado en Moratalla: Antonio García Corbalán, “El Colorín” inaugurándose así su actividad musical.
El actual Casino Cultural, no ha sido ajeno a la organización y acogida de actividades culturales. En los primeros tiempos, se realizaban competiciones de ajedrez, ofreciendo también su estancia a la Sociedad de Colombicultura “Virgen de la Rogativa. Por otra parte, los salones han servido de escenario para recitales poéticos, bailes, exposiciones de pintura y fotografía, presentación de libros, charlas, etc.